Tratamiento de anormalidades del surco medio posterior.
El éxito en mi procedimiento, es precisamente por el hecho de hacer cosas diferentes con métodos que parecen iguales o repetitivos y en desuso desde hace décadas.
Existen
contradicciones en el manejo de las escoliosis y los elementos que conforman el
surco medio posterior y son entre los profesionales de la Medicina y los
Licenciados en Terapia Física en general.
Los objetivos no
son muy claros a la hora de enviar a un paciente al servicio de Rehabilitación.
El médico, por lo general y con sus respectivas excepciones, solo se concentra
en la escoliosis que es un efecto secundario muy visible por la clínica o
radiología.
Cuando la
exploración se concentra en los tejidos blandos es muy probable que encontremos
las causas primarias de las escoliosis mediante la auscultación del surco medio
posterior en sus diferentes segmentos cervical, dorsal y lumbar. Una zona
sensible e inflamada nos puede dar la pauta, las asimetrías musculares
asintomáticas también son determinantes.
La radiometría de la espalda es
fundamental para hacer un juicio a priori de lo que determina el diagnóstico de
la lesión de los músculos correspondientes, no pasaremos por alto la
radiografía que habrá de complementar nuestro diagnóstico y de ahí se derivará
de lo que solicitamos al Fisioterapeuta, ser más específico en lo que le
esperamos de sus terapias. No es lo mismo tratar las articulaciones que los
músculos aunque en la práctica pareciera difícil separar todos los elementos
anatómicos.
La preparación
del Fisioterapeuta es extraordinaria.Si somos más específicos nosotros los Médicos al
solicitar su servicio tendríamos más éxito. Existen una serie de errores que son comunes y que a lo
largo de la experiencia se va diluyendo. Los expongo a continuación.
El orden de
tratamiento va desde la detección oportuna, el manejo con medicamentos entre
analgésicos y relajantes y el envío del paciente a los servicios diversos de
Rehabilitación Física en sus distintos niveles y formas. Es, en éste tránsito,
donde los objetivos de lo que queremos hacer los médicos con los pacientes con
lo que hacen los Fisioterapeutas no están muy claros. Creemos –los Médicos- que
los fisioterapeutas tienen una varita mágica para corregir la escoliosis y
muchos de los fisioterapeutas creen tenerla en sus manos.
El paciente con
escoliosis sintomática o asintomática se pasa una buena temporada con
ejercicios de Rehabilitación y muchas veces sin supervisión del médico que lo
ha enviado -primer error detectado- la única forma de saber que el paciente
está bien, es la evaluación radiológica y no la sintomática.
El paciente
continúa con los medicamentos para mantenerse asintomático en caso de dolores
secundarios a la escoliosis lo que favorecen también la tolerancia de los
ejercicios indicados por los fisioterapeutas
–segundo error detectado- el
hecho de que el paciente no tenga dolor, no quiere decir que su escoliosis se
esté mejorando. Muchas técnicas de rehabilitación de los músculos de la espalda
están encaminadas al relajamiento, flexibilidad o mejorar las contracturas y
como consecuencia desaparece el dolor pero no la escoliosis.
El tercer error
detectado es el de decidir –por uno o los dos profesionistas médico o
rehabilitador- que el tiempo de la terapia ha culminado, más por razones
técnicas que van desde las presupuestales o economía del paciente, por la carga
de trabajo en la clínica de rehabilitación o por desidia del propio paciente
–si ya no me duele ya no voy- difícilmente y en muy pocas ocasiones es porque
la escoliosis se haya corregido.
Dar por hecho que el objetivo se haya
cumplido, es un error si la escoliosis continúa.
Otro de los
errores que sería en este caso, el cuarto en la lista, es el dejar el criterio
final al Fisioterapeuta. Dar de alta de su servicio al paciente con escoliosis
cuando el Médico no lo ha reevaluado radiológicamente, le denomino como ceder las obligaciones por el médico al Fisioterapeuta.
Cuando el paciente acude con
el médico en cuestión, éste le comunica que se hizo lo necesario y avala la
decisión tomada. El paciente ya asintomático, está de acuerdo llevándose
consigo la escoliosis que irremediablemente habrá de ser progresiva hasta
volver a consultar al mismo u otro médico al respecto. El círculo vicioso se
cierra haciendo que el paciente se vuelva errante en el andar para la
resolución de su problema hasta que llega a la opción quirúrgica.